Nietzsche está de moda

Hoy de nuevo se siente la soledad, quizás uno mismo la ha causado, y a pesar de ello, se siente una herida profunda. El sentimiento de tristeza es tan grande que lleva a replantear la existencia. El aquí y el ahora ayuda a pensar que el reto más grande que se ha recibido es vivir; las almas están agotadas y se han rendido, ya no pueden dar un paso más, falta una pizca de valentía para ser él mismo su propio verdugo. Cada día qué pasa es un peso agobiante, duele el corazón, se sienten grandes desilusiones al comenzar a apreciar y que no se entiendan en el lenguaje del amor.

Se tienen pensamientos como Nietzsche, se sufro de una gran paranoide que parece simple y banal, hay mucha complejidad y el actuar ha tratado de regirse dentro de los marcos éticos y morales, pero no ha sido suficiente, el mundo pide todo de cada uno hasta sacar la última gota de sangre, que no quede nada de libertad, y por ende, que no queden ganas de vivir.

Esto es quizás una carta a todos los conocidos, pronunciando las últimas palabras, que espera hacer sentir los sentimiento con los cuales se escribió, que sepan que intentó existir, intentó ser feliz, pero no fue posible.

Hoy ganó las malas experiencias, ahora pesan más en la balanza; en la diosa de la justicia no se ve el orden ni el equilibrio, se ve un panorama árido e infértil, y la soledad agudizó el sistema sensorial, que ni la música pudo apaciguar. La vida humana es un error, y esto lo supo Nietzsche al penetrar tan profundamente el misterio del ser, lo cual lo llevó a perderse en el entendimiento. Quizás algunos estén vivos, pero no socialmente, se rinden a tan salvaje convivencia.